“¿De Tod@s para Tod@s?” es una serie de documentales realizados por la cooperativa de trabajo audiovisual Booooo y financiados mediante crowdfunding, que tratan de examinar la situación de los servicios públicos esenciales en España.
El primero de estos documentales gira en torno a la educación, y en él nos paseamos, de la mano de un diverso grupo de expertos, por temas como los malos resultados obtenidos en encuestas internacionales , el abandono escolar temprano, el fracaso escolar, el sistema de formación y evaluación del profesorado, la desigualdad territorial entre comunidades autónomas, la problemática de la educación concertada o el impacto real de los recortes entre otros.
Ya hemos presentado el blog de formación en el centro http://blog.educastur.es/forcenir/ en un par de reuniones con un número significativo de profesores. Para que resulte más sencillo acceder a sus contenidos se ha situado un enlace en la página principal de iesroces.com. Se puede encontrar por el margen de la izquierda, hacia abajo, sección Formación y su título es Blog de formación en el centro.
Lo que pretendemos este curso es:
Innovación educativa y metodológica, y uso de tecnologías de aprendizaje y conocimiento en las aulas, con especial atención a la mejora de la convivencia y de la participación en el centro y a la animación a la lectura y utilización de la biblioteca escolar.
Jacob Kounin es un teórico de la educación que se centra en la capacidad del profesor para afectar el comportamiento del estudiante a través de la gestión del aula.
Hemos recibido la convocatoria de reuniones de la PAU, a las que deben asistir los Jefes de los Departamentos afectados. En ellas se presentarán los coordinadores de la materia y se dará información sobre la preparación y desarrollo de las Pruebas de acceso a la Universidad que se celebrarán en 2014.
En España, el salario medio de los trabajadores que han obtenido niveles de competencia cuatro o cinco en comprensión lectora —lo que significa que pueden realizar inferencias, sacar conclusiones complejas y detectar matices en los textos escritos— supera en más de un 60% el salario por hora de los trabajadores que obtienen niveles de competencia uno o menor de uno —que pueden, como mucho, leer textos relativamente breves y entender vocabulario básico—.
Las personas con baja competencia lectora tienen también casi el doble de probabilidades de estar desempleados. En resumen, tener un nivel bajo en este terreno limita seriamente el acceso a empleos mejor remunerados y más gratificantes. Y las competencias básicas determinan más que los ingresos o el empleo.
En todos los países, los adultos con niveles más bajos en comprensión lectora son mucho más propensos a tener mala salud, a percibirse a sí mismos como objetos más que como actores en los procesos políticos y a tener menos confianza en los demás. En otras palabras, no podemos desarrollar políticas justas e inclusivas e implicar a todos los ciudadanos si un dominio pobre de las competencias básicas impide a las personas participar plenamente en la sociedad.
Entresaco los párrafos finales del interesante artículo:
Aparte de dominar el inglés y una preparación suficiente en matemáticas —hoy las dos columnas básicas de la enseñanza, que cada una exige una didáctica propia— desde la instrucción primaria a la universitaria no hay más que enseñar a hablar, leer y escribir. Aprender a hablar en público, capaces de una exposición oral ordenada y concluyente; a leer libros por nuestra cuenta, sabiendo entresacar lo que importa para la cuestión que trabajemos. (Sin una pregunta previa, no cabe distinguir lo que nos interesa de lo que no, y la lectura resulta tan aburrida como poco provechosa). En fin, aprender a escribir, estructurando un tema para hacerlo asequible a la comprensión de nuestros posibles lectores. En suma, la educación que necesitamos se reduce a aprender inglés, matemáticas, y a hablar, leer y escribir, al nivel de cada tramo, en las lenguas propias y en las áreas de conocimiento a las que nos dediquemos.
Quiero creer que en algo se haya modificado la pedagogía tradicional que sufrimos la gente de mi generación, consistente en transmitir conocimientos seguros que había que reproducir al pie de la letra, y estemos avanzado en una educación, basada en cuestionar los conocimientos que nos ofrecen.
Para la adquisición por parte del alumnado de las habilidades necesarias para trabajar de forma cooperativa se utilizan una serie de técnicas (unas simples, otras más complejas) que generan la necesidad de colaboración y ayuda mutua para resolver con éxito la tarea.
Las técnicas o estructuras simples son actividades de corta duración (se pueden llevar a cabo a lo largo de una sesión de clase o de parte de ella), fáciles de aprender y de aplicar. El eslogan de Spencer Kagan respecto a estas estructuras es: “apréndela hoy, aplícala mañana y utilízala toda la vida”.
Sin embargo, para que sean verdaderamente cooperativas estas estructuras deben cumplir dos condiciones básicas:
1. Que se asegure la participación activa y responsable de todo el alumnado. Nadie puede aprender por otra persona ni hacer su trabajo, ni tampoco aprovecharse de él.
2. Que se dé la máxima interacción posible entre el alumnado de un mismo equipo.
Éstas son algunas estructuras simples interesantes para aplicar en las aulas: